Nosotros

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NUESTRO LEGADO

Hace más de medio siglo, en el corazón de Lanús, comenzó la historia de la familia Costoya. Allí, Alberto Martín Costoya abrió su primer consultorio en un departamento modesto, atendiendo con cercanía y dedicación a los vecinos del barrio.
Con el tiempo, aquel consultorio se transformó en parte de la casa familiar. Fue allí donde su hijo, Carlos Alberto, aprendió los valores de la profesión, convirtiéndose en el motor de la segunda generación.

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Entre esos consultorios también crecieron Julieta Soledad y Federico Alejandro, quienes de niños jugaron en sus pasillos y más tarde decidieron continuar con orgullo la tradición.
Lo que comenzó con esfuerzo y humildad hoy es un edificio íntegramente construido por la familia Costoya, dedicado a la salud y a la estética, uniendo experiencia, innovación y el compromiso de siempre.

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